viernes, noviembre 24, 2006

ERAMOS TAN FELICES...

Era un domingo precioso - más precisamente el 1 de mayo del 2005, casi perfecto. Como el domingo es día sagrado para mi media naranja y es muy difícil moverlo de su trono, con una amiga ya habíamos planificado ir al Centro Tradicionalista El Moro donde se festejaba el aniversario del lugar. Demás está decir que lo pasamos bárbaro, conociendo gente (algo que a mí me encanta porque uno es humano y a veces se pudre de ver siempre a los mismos); los organizadores del evento, en particular, me parecían jóvenes re piolas, divertidos, abiertos, ejecutivos. Aparte se habían vestido de gauchos para la ocasión y el lugar estaba todo ambientado para el caso, así que Mejor Imposible.
Anque mirándolo en retrospectiva, ya HARTA DE MAS DE LO MISMO, tal vez eso era lo que estaba necesitando encontrar en ese momento y creí haber sido favorecida encontrándolo pero... PUF en poco tiempo el sueño terminó y la realidad fue sorpresivamente otra. Digo sorpresivamente porque los creí inteligentes; hablo del concepto genérico del término, no de mi visión particular de lo que es "una persona inteligente"... y una vez más me dí cuenta que todos "somos ejecutivos y divinos siempre que estemos bajo el ala de PAPA, pero cuando papá no está ¿qué pasa?". Obviamente los nenes de papá cuando son "herederos" gozan de un privilegio que muy pocos pueden luego sostener por motus propio. Pero...como no soy Dios para juzgar, solo El y el tiempo dirán... siempre hay que ver como termina la historia.
Solo le pido a Dios (León Gieco) que el futuro no les sea indiferente y que dejen la niñez de lado y empiecen a gestionar como adultos, por la razón y no por lo emotivo; o más bien que decidan algo emotivamente razonable, sino es como tirarse tierra a uno mismo... es muy tonto y no tengo ganas de ser dirigida por gente tonta.
Lo de falta de inteligencia viene por varias gestiones que no supieron resolver tan bien , con diplomacia y equitativamente en pos del bien común, porque hasta donde tengo entendido los dirigentes deben gobernar "para el bien común", o sea objetivamente. Resolvieron mal, y no solo eso sino que, como dice El Chavo del 8, tal vez "sin querer queriendo" hacen quedar mal a la personas a la cual representan o a la institución a la cual pertenecen. Pero, como decía Celia Cruz (que en paz descanse) HAY NO HAY QUE LLORAR QUE LA VIDA ES UN CARNAVAL Y YO QUIERO VIVIR CANTANDO .... por eso a pesar de "toooodos los a pesar" de ese domingo soleado rescato un lindo recuerdo.
Lo pasé bárbaro, comí un rico asadito, tomé, sí sí por supuesto, unos vinitos y también fotitos...

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