miércoles, octubre 03, 2007

Receta para perder las elecciones, si ya eres Gobernador (Nunca se sabe si la necesitarás)por Lolita Aniyar de Castro * No negocies con nadie tu conciencia. Ni con los poderes económicos, ni con los medios de comunicación, ni con los políticos, ni con la Asamblea Legislativa. Cree que la verdad luce por sí misma, y no que los medios de comunicación son los que deciden cuál es la verdad. No hagas pactos con partidos o líderes políticos que puedan comprometer tu ética, pero que pueden hacerte más fácil la gestión de gobierno. No des puestos -y si no existen, no los inventes-, a todos los miembros de los partidos que apoyaron, o a todos los que te cuidaron los votos, cualquiera que sea su preparación, comportamiento o necesidad; el entusiasmo por lo útil que serás, repartiendo cargos, hará de la tuya una campaña invencible. Sé independiente. No aceptes que los partidos te nombren los miembros de tu Gabinete. Acepta la postulación de partidos que no tengan representación en las Mesas y Juntas Electorales. De esta manera, los votos que emitan por ti, pueden ir a engrosar el caudal de los otros. En mi caso, ni uno de los partidos que me postuló tenía derecho a tener miembros en Mesas o Juntas Electorales. Sólo tenían testigos que no podían acercarse al acta ni tenían poder de decisión. Rodéate de gente decente, pues si tienes expertos en trampas y fraudes, puedes ganar. No pagues asignaciones a Fundaciones de políticos o de amigos o familiares de gente poderosa, ni asignes ayudas económicas a personas o instituciones vinculados a personas de esta índole. Haz auditorías a las Fundaciones, antes de aprobar el pago. No aceptes ayudas económicas para tu campaña de reelección que sean de origen sospechoso. Despide reposeros y policías corruptos: multiplica cada despido por 5, y tendrás esa cantidad de votos menos. Investiga las denuncias de corrupción serias que se hagan. Encontrarás mucha gente a la cual enjuiciar y despedir: eso te quitará los votos necesarios. Especialmente, persigue la corrupción en salud o educación. No imaginas cuántos votos puedes perder. Solamente allí serán varios centenares de votos menos. Ataca a los verdaderos delincuentes, y no apliques la Ley de Vagos y Maleantes (no sirve para nada, aunque la gente lo cree). Si la aplicas, vas a generar tal cortina de humo que puedes ganar las elecciones. Persigue a quien "desaparezca" ciudadanos. Sólo quienes tienen algún tipo de poder pudieran estar interesados en eliminar personas honestas. Así puedes quitarte de encima esos apoyos poderosos que pudieran empujar tu triunfo. Desecha el sentido común de aquella frase: "Plan de machete y p’al cuartel". No denuncies a ningún poderoso por sus atropellos contra indígenas, campesinos, ciudadanos. Acostúmbrate a decir NO. Ni las mujeres ni los políticos pueden andar diciendo SI. Evita que te rodeen y acompañen siempre escoltas y personalidades, e ir precedido de motos con sirenas abriéndote paso por la calle, pues la gente se acostumbrará a pensar que eres poderoso y votará por ti. Enfrenta los chantajes de la Contraloría del Estado y los peajes de la Asamblea Legislativa. No te darán respiro: los trámites serán lentos y miles los obstáculos. No cobres comisiones por los contratos de obras públicas que se otorguen, ni se te ocurra democratizar su asignación, otorgándolos a compañías que ofrezcan igual calidad y garantías. Corres el riesgo de tener demasiado dinero para competir en publicidad. Pierde tu tiempo en programas sociales, como vivienda, salud, educación, nutrición, aunque no se vean. Sé humanista, no un déspota. Si se te ocurre aplicar el modelo autoritario, corres el peligro de ganar.

(*) penalista y criminóloga venezolana, fue la primer Gobernadora de Zulía ( 1993-1995)

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