jueves, junio 14, 2012

TO BE OR NOT TO BE



Pertenecer

 "Una cosa es pertenecer a un modelo y otra pertenecer a una persona."
(De Daniel Reposo, ex candidato a procurador general de la Nación.)

"Pertenecer tiene sus privilegios", decía la publicidad de una tarjeta de crédito y, tal vez, ese razonamiento sea el que lleva a muchos políticos a defender con fiereza el modelo que los desvela en un momento de sus vidas. Porque, se sabe, no hay un solo modelo, sino tantos como conveniencias políticas.
Para Daniel Reposo, el ahora ex candidato a procurador general de la Nación, la pertenencia no es un dato vacuo. La usó como bandera en su chapucero paso por el Senado, al decir que una cosa es pertenecer a un modelo, y otra, a una persona (es decir, es un ex afiliado radical que hoy pertenece al kirchnerismo, pero no a Boudou, viejo amigo a quien preferiría perder que encontrar), y volvió a utilizarla al darse de baja ante Pichetto, jefe de bloque del PJ en el Senado, cuando se declaró orgulloso de pertenecer a un espacio político que siempre pone los intereses de las mayorías populares como sentido de Estado.
Perdida que fue la batalla para imponer como procurador al estudiante crónico de bajo promedio, es probable que sea ahora el "modelo" el que sienta que Reposo ya no le pertenece. Pero a no deprimirse. Alguien tendría que explicarle que a cada puerta que se cierra se abre una ventana. Juan Pablo Schiavi puede darle clases al respecto: pasó de pertenecer al grossismo a ser vocero de Macri, funcionario de Telerman y hombre de De vido.
Otro que sabe pertenecer es Eduardo Borocotó: de invitado a compartir fórmula con Luis Patti, se alió con Cavallo, juró fidelidad a Macri y rápidamente trocó en kirchnerista. María José Lubertino, la febril radical y amiga del socialismo, es ahora pingüina, y "la piba" Bullrich perteneció al PJ, fue ministra de De la Rúa, aliada de López Murphy y compañera de ruta de Lilita.
En tanto, se necesitaría un GPS para seguir la carrera de Luis Juez: saltó del PJ a Binner con varias escalas técnicas. Y todos lo hicieron con poca o nula culpa. ¡Reposo, quedate piola, hacele honor a tu apellido!, le diría el chispeante Gianni Lunadei, obsecuente empleado de la genial Mesa de noticias, cuyo acomodaticio grito de guerra para con su jefe siempre fue: "Le pertenezco".

AUSPICIO ESTE ESPACIO....

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