Cambalache
VOTAME Y VERAS por Enrique Pinti
Van y vienen y en el camino se entretienen. ¡Y cómo! Bajan de peso, porque algún asesor de imagen se lo dice. Les sugieren a los gordos políticos que si no demuestran férrea voluntad para dominar sus flaquezas (en este caso gorduras) no se puede esperar más que fracasos y falta de decisión en su hipotética gestión. Así, Carrió y López Murphy modifican sus volúmenes pues a menor talla mejor imagen. Hay consejos bienintencionados que le dan a Filmus sobre su barba, a Telerman sobre no exagerar el "afrancesamiento", a Ibarra para que se quede en su casa, a Menem para que no insista en el platinado y a otros candidatos para que aclaren quiénes son porque, salvo por el afiche, la gente no tiene idea de nada. Otra cosa que llama la atención es la desenmascarada y audaz forma de manejar los medios. Todos sabemos, y cuanto más viejos somos más lo hemos comprobado, que el federalismo es un bello enunciado de nuestra hermosa Constitución, de aplicación irregular (para expresarlo poéticamente). Así las cosas, hoy en día el gobierno nacional digita candidaturas de provincias a su antojo y apoya, denigra o condiciona a tal o cual candidato, con las turbulencias que ello implica. La gran lucha está concentrada en la Capital y en la provincia de Buenos Aires. Siempre fue así, pero ahora la contienda electoral es más y más sangrienta y, mientras llueven insultos, cuestionamientos y disputas, los candidatos pasan de aspirar a la presidencia a pujar por la gobernación del polvorín que ha sido y es la gran comarca bonaerense. De ahí, de acuerdo con las movidas del oficialismo, se dedican a desordenar aún más el tablero, con aspiraciones a controlar la cabeza gigante de un territorio que debería ser ejemplo de equilibrio por la enorme y variada gama de riquezas que tiene. Voy y vengo… y en el camino me entretengo. ¿Qué prometo? Acabar con la droga, el paco, la inseguridad, la crisis de vivienda, el trabajo en negro, la corrupción, la prostitución infantil, el desempleo, la burocracia y la injusticia de la Justicia lenta que, bajo nuestra administración, se agilizará de manera notable. ¿Cómo lo voy a lograr? ¡Votame y verás! ¿No ves cómo acaricio niños en mi recorrido por las barriadas humildes? ¿No te das cuenta de que si soy rico no necesito? ¿No recordás que siempre fui sensible y reclamé por los derechos humanos en épocas de dictaduras? ¿Vas a insistir en recordar que apoyé a cinco gobiernos diferentes, que un día fui de izquierda, después de derecha y finalmente de centro? ¿Te vas a emperrar en recordar que mi banco se sumó al corralito porque no nos quedaba otro remedio? ¡No seas derrotista! ¡Mirá para adelante! ¡No mirés hacia atrás, que atrás estamos nosotros en fotos comprometedoras sonriendo del brazo de ladrones y corruptos! ¡Mirá al futuro, donde me verás delgado, grácil, elegante y piadoso, huyendo en helicóptero, bajándome de candidaturas cuando no me convenga, inaugurando escuelas que se cerrarán al cabo de unos meses, amedrentando a periodistas, levantando o bajando el pulgar a correligionarios, camaradas o compañeros cuando ya no nos rindan votos. ¡Votame y verás! Confiá en tu intuición, castigá con tu voto, premiá con tu apoyo sin pensar mucho, y si hay segunda vuelta cerrá los ojos, tapate la nariz y meté en la urna la boleta que menos asco te dé… Del resto nos encargamos yo y mi equipo. Esos que vamos y venimos.
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