Candidatos argentinos al Nobel de la Paz
La Argentina ha sido objeto de un reconocimiento internacional a su cultura solidaria. Efectivamente, entre los 181 candidatos -47 organizaciones y 134 personas físicas- al Premio Nobel de la Paz elegidos por el Comité Oslo de la Fundación Nobel se incluyen tres proyectos provenientes de nuestro país. Ellos son la Federación Argentina de Apoyo Familiar (FAAF), dirigida por Ana Mon; la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH, una de cuyas fundadoras es Patricia Suárez, y el "trabajo en red" de toda la sociedad argentina, representado por la Red Solidaria que dirige Juan Carr.
Vale la pena recordar también que hace pocos días hubo otra argentina propuesta a la misma distinción, por medio del ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, quien, en la sede de la Unesco en París, impulsó la candidatura de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, al finalizar la muestra itinerante Educar para la Memoria, exhibida en esa ciudad.
Para comprender en plenitud hasta qué punto son importantes estas elecciones vale la pena considerar que, entre otros seleccionados, hay nombres tan conocidos internacionalmente como los del ex vicepresidente norteamericano Al Gore, la disidente china Rebiya Kadeer o los cantantes Bono y Bob Geldof.
El año último, la distinción recayó sobre el economista bengalí Muhamad Yunnus, conocido como "el banquero de los pobres", debido a su brillante idea de conceder microcréditos a los más pobres entre los pobres, en lo que significó por parte del comité noruego del premio un reconocimiento de que la paz duradera no puede alcanzarse a menos que vastos grupos de la población encuentren formas para salir de la pobreza extrema.
En esa ocasión, desde estas mismas columnas, destacamos que el premio Nobel de la Paz es cada vez más representativo del mundo que todos habitamos, un mundo cada vez más escindido de manera brutal entre los que tienen mucho de todo y los que, por el contrario, ya lo han perdido todo, los excluidos sociales de la educación, la salud y una vida digna.
Los tres argentinos seleccionados para el Nobel de la Paz por la Fundación Nobel y las organizaciones por cada uno representadas intentan, todos los días, salvar en la medida de sus posibilidades una parte de esta brecha profunda e inhumana. Así, la platense Ana Mon, madre de cinco hijos y doctora en Ciencias Jurídicas, que desde 1985 se dedica a organizar y crear centros para ayudar a menores abandonados en la calle, ya había recibido su primera nominación en 1995.
En el caso de Patricia Suárez, que tiene 44 años y pertenece a la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH, ésta es su primera nominación y una oportunidad, como ella misma lo ha reconocido, de transformar esta candidatura en una herramienta que la ayude a acercarse al objetivo que tanto busca desde hace 15 años: que el sida logre su lugar en la agenda política, porque es un tema que excede a todos los ministerios de Salud.
La Red Solidaria, cuya cara más visible es su fundador y director, Juan Carr, está en actividad desde 1995, siempre con el objetivo de conectar a quienes necesitan con quienes pueden ayudar. Atiende centenares de llamadas y correos electrónicos diariamente, cuenta con más de 5000 voluntarios en todo el país y, junto con Missing Children, ha participado en la búsqueda de 1620 niños y niñas perdidos. Además, tiene el orgullo de saber que su experiencia ya comienza a repetirse en otros países.
La Argentina ha demostrado en los momentos más oscuros de la crisis social, económica y política que atravesó en los primeros años de este siglo que la solidaridad de vastos sectores de su comunidad fueron los pilares fundamentales para que este país pudiera ir recuperándose lentamente. Hoy, el hecho de que varios ciudadanos argentinos hayan sido propuestos como candidatos al Nobel de la Paz reconforta el ánimo y es un estímulo más para continuar en esta senda, la del amor y el respeto al prójimo.
Fuente: La Nación 29/07/2007
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