martes, noviembre 21, 2006

EL MUNDO DEL REVES

Sin desmerecer la gestión de buenos funcionarios públicos, en el mundo del revés pareciese que todo funcionario público que cumple su función como es debido se lo cataloga como un tipo de “prócer extraterrestre” (sí un ET) cuando en realidad se supone que quienes ocupan o tienen intenciones de ocupar un cargo público no es ni más ni menos que con fines de favorecer el bien común en un marco de responsabilidad, equidad social, justicia, horas de trabajo, esfuerzo y lucha en busca de un ideal que nos incluya a todos los habitantes de un lugar ya sea una localidad, un partido, una provincia ó una nación. Obviamente ¡no es pavada de desafío que el funcionario tiene en sus hombros! Un sin fin de tropiezos y piedras en el camino lo esperan, el stress galopante tampoco se hará esperar, las angustias, broncas, insomnios…pero, a decir verdad después de todo eso el vida para la mayoría de los mortales. Claro que no todos ocupando los mismos roles (aunque todos quieren ser caciques… sabemos que eso no es posible) algunos trabajarán como operarios en una fábrica, otros administrarán su empresa familiar, algunos jóvenes se desarrollarán profesionalmente dentro de una empresa multinacional, las amas de casa llevarán sobre sus hombros la no fácil tarea de llevar una familia adelante, resumiendo (como dice Sabina) cada cual, dentro del rol que le compete, tratará de hacerlo con excelencia y a ninguno debiese de sorprendernos que un funcionario público simplemente cumpla su función como toda persona de bien debe hacerlo en el marco de las responsabilidades que le corresponden. Sin embargo en el mundo del revés donde las justicia está ausente, las leyes no se hacen cumplir, donde se llama malo a lo bueno y bueno a lo malo, pasa que en algunos lugares donde la gente supo elegir y por ende tuvieron la buenaventura de haber tenido un funcionario que funcionó en pos de la gente que lo votó para ser bien representada pareciese un aborto de la naturaleza. Es que Doña Rosa sabe usted que los mandatarios están a nuestro servicio y no viceversa. Están para servir y no para ser servidos. Están para gestionar dentro del marco de las políticas públicas y no para formar parte de la farándula como suelen hacer muchos que andan rondando por programas de la TV cual diva en ascenso; de lo contrario, debieramos recordarles que se equivocaron de vocación y antes de postularse debieron haberse hecho un test vocacional, pero parece que muchos no entendieron la consigna por eso los ciudadanos debemos recordarselo, a quien no lo tenga presente, en las urnas. ¿No será hora de que despertemos de este largo sueño y llamemos las cosas por su nombre? ¿No será tiempo de dar vuelta el mundo al derecho para que lo bueno sea llamado bueno, lo mediocre / mediocre, lo malo / malo, los que no cumplan con las leyes sí cumplan con condenas? Depende … de nosotros depende. 20/11/2006

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